Agosto 2018

Ésta es una aventura ambientada en la última Edad de Hielo, 20.000 años atrás. El joven Keda, (interpretado por Kodi Smit-McPheeen) es herido y dado por muerto durante su primera cacería con su tribu, Al despertar se encontrará solo, pero acabará formando alianza con un lobo, tras ayudar a éste a curarse de sus heridas. Keda tendrá que encontrar el camino a casa antes de que llegue el letal invierno, en compañía de su nuevo amigo.

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Lo primero que llama la atención del filme es una impresionante fotografía. El modo en que se reflejan los parajes, las cacerías o los impresionantes animales ya extintos, es uno de los puentes fuertes de la película. Junto a esto, acompañan una banda sonora y unos planos que le confieren una belleza narrativa notable. La naturaleza es un personaje más en la historia, y el paisaje de Vancouver (Canadá), donde se realizó el rodaje, destaca por unos atardeceres y cielos de una belleza casi irreal. Respecto al guion, casi toda la acción se concentra en el chico y el lobo, y funciona gracias a la química entre ambos, logrando sumergir al espectador en esa lucha contra reloj por la supervivencia. Al mismo tiempo, nos ofrece una emotiva historia de amistad entre humano y lobo.