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Junio 2016

BULLHEAD

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Bullhead (Rundskop), del 2011 y de origen Belga, es un soplo de aire fresco frente al cine Hollywoodiense, prescinde de trucos, estrategias comerciales, caras famosas para vender el filme y se centra en la esencia más pura del séptimo arte que es el cine. El filme trata sobre una familia de ganaderos, implicados en asuntos ilegales, y en un hecho traumático en la infancia de uno de ellos que determinará su destino.

 

El estilo de rodaje recuerda mucho al cine nórdico, sólo se habla lo imprescindible ya que la historia está contada con algo más que palabras. Largos silencios donde la expresión del protagonista, Jacky, el uso de los planos,  la fotografía para captar la atmósfera y la banda sonora, conforman un perfecto perfil del protagonista.  Así como un pintor consigue captar mejor la esencia de una persona que una mera cámara fotográfica, el director Michaël R. Roska logra el mismo efecto, dotar de alma propia a su creación. Todos los elementos mencionados están en armonía: una fotografía apagada y gris, una música melancólica, unos paisajes inmensos y al mismo tiempo vacíos, acompañados de una aparente tranquilidad, casi apatía, que precede al desastre. Como bien decía el corrupto policía de León, El Profesional: "me encantan estos breves momentos de calma antes de la tormenta".

Aunque en la mayoría del género negro suelen ser habituales los infiernos personales de los protagonistas junto a la trama, aquí sobresale más la historia de Jacky, interpretado por Matthias Schoenaerts. Al final, los delincuentes y policías que pueblan su mundo, son un adorno, un atrezzo que sirve para conducir mejor esta tragedia griega a su destino. El peso no está tanto en los negocios sucios de la mafia belga/flamenca, como en presentar un relato muy intimista sobre un niño que acabó convertido en monstruo, de cómo los traumas del pasado pueden perseguir y condicionar el futuro.

Aunque todo el reparto está magnífico, hay que destacar el excelente trabajo de Schoenaerts. Cuesta trabajo creer que debajo de esa expresión perturbada, acompañada de un cuerpo, mímica y rostro absolutamente intimidantes, pueda existir el actor de simpático aspecto que se aprecia en la alfombra roja. En conclusión, Bullhead es un trabajo notable que dejará satisfecho, sobre todo a quien busque algo diferente a lo que suele ofrecer la cartelera.

 

Para finalizar, me gustaría acabar con unas palabras del propio protagonista cuando se queda observando a los animales que pueblan la granja de su familia: "siempre me sentí como estos toros......nunca supe lo que era proteger a alguien, terneros-hijos, como debe ser, no tengo lo que debería haber sido mi naturaleza...."

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