Noviembre 2018
CADÁVER
Una ex policía, adicta al alcohol y las pastillas, encuentra trabajo en la morgue. Al poco tiempo recibe el cuerpo de una joven que murió durante un exorcismo sin completar, y entonces empezarán las muertes y sucesos extraños.
El filme tiene un punto de partida que puede resultar cómico, ya que la protagonista tiene estrés posttraumático, y pasar las noches rodeada de muertos no parece lo más inteligente. Si a eso añadimos que uno de los cadáveres está poseído por un demonio, tenemos la terapia de shock “perfecta”. Pero el caso es que la película funciona, tiene un ritmo perfecto que unido a su corta duración (hora y media escasa), la hace muy entretenida. Dedica lo justo para para presentar al personaje y arranca rápidamente. Además, mencionar el buen trabajo de las dos actrices Shay Mitchell, como encargada de la morgue, que logra transmitir todo el miedo y la sugestión que provoca trabajar en un ambiente tan tétrico; y el de Kirby Johnson como poseída. Gran parte de las escenas donde Kirby aparece retorciendo su cuerpo de forma inhumana, es producto de sus habilidades como bailarina y no de los efectos especiales. Su figura se convierte en una presencia tan espeluznante como la niña de The Ring.
Cadáver (The Possession of Hannah Grace) no aporta nada nuevo al género ni tiene un guion brillante que vaya a sorprender a nadie. Su fuerza se basa en utilizar hábilmente varios elementos del terror para hacer pasar un buen rato a los aficionados al género.
Lo único en contra es que, a pesar de conseguir una atmósfera escalofriante, abusa en ciertos momentos de asustar mediante golpes de sonido e imágenes repentinas. Algo que desgraciadamente ya es tendencia generalizada en el cine de miedo. Tiene previsto su estreno en España el 30 de noviembre.