El Cultural
Primigenio
Septiembre 2016
CRIMINAL
Criminal es una película de acción y espionaje, al estilo de El caso Bourne. Y tiene más similitudes, ya que si en Bourne, Matt Damon era un espía que lucha por recobrar su memoria y recordar quién era, en Criminal tenemos a Jericó (interpretado por Kevin Costner) al cual implantan los recuerdos, secretos y habilidades de un miembro de la CIA, que ha fallecido en medio de una misión. Pero Jericó no es un agente, sino un peligroso convicto con el cerebro dañado, incapaz de sentir empatía y que actúa totalmente por impulso. Pero lo que le hace idóneo para la operación es lo mismo que le hace tan impredecible e incontrolable, ya que no tiene conciencia del bien y el mal.
A medida que los recuerdos del agente fallecido van invadiendo la cabeza del protagonista, también lo hacen las emociones asociadas a estas, con lo que va descubriendo el significado de todo lo que nunca había sentido: compasión, alegría, rabia…..Esto le da una mayor profundidad a la película hasta el punto de realmente importarle a uno el destino del protagonista. Sobre todo por la actuación de Costner, un actor veterano que sabe aportar profundidad y credibilidad a su personaje, pasando de ser meramente brutal a acabar despertando simpatía, pero sin dejar de resultar temible.
En el resto del reparto hay multitud de caras conocidas como Gary Oldman, Tommy Lee Jones, Ryan Reynolds o Jordi Molla (en el papel de villano malvado que quiere “reformar el mundo”, al estilo del doctor “No” que aparecía en las películas de James Bond), pero sus papeles resultan anecdóticos para actores de su talla. La que realmente destaca es la actriz israelí Gal Gadot (de reciente popularidad por su papel en Batman v. Superman, y a la que podremos ver en Wonder Woman y La Liga de la Justicia), que encandila a Jericó y le inspira emociones como el amor, la lealtad y el arrepentimiento que nunca ha sentido. Dos personajes profundamente incómodos el uno con el otro, pero que al mismo tiempo forman un fuerte vínculo.
En conjunto resulta un thriller muy entretenido y bien llevado, lleno de peleas, tiroteos, persecuciones y explosiones, pero con un protagonista lo suficientemente complejo y carismático para que no resulte otra mera película de acción. No brilla especialmente pero se sitúa algo por encima de la media, especialmente por el buen trabajo de Costner, con una evolución de su personaje que va in crescendo según avanza la trama.