Agosto 2017
EMOJI

Ésta es una película de animación que, al igual que hiciera Toy Story o ¡Rompe Ralph!, sigue una larga tradición de dar vida y personalidad a objetos que forman o han formado parte importante de nuestra vida. En este caso se trata de los emojis (también conocidos como emoticones) pequeños dibujos digitales, que se desarrollaron originalmente en Japón en los 90, para su uso en los móviles. Algo tan simple como el dibujo de una cara sonriente o un corazón ha pasado a formar parte del día a día en la comunicación de millones de usuarios.
La película es clásica a más no poder, mostrando elementos muy habituales en animación: la importancia de la amistad, la aventura para encontrar uno su propio camino, el desafío a la autoridad y a un sistema injusto. Todo surge cuando un emoticon es incapaz de mantener un solo gesto, y empieza a mostrar una variedad de expresiones que provoca el rechazo del resto de la comunidad emoji, que habita en el móvil de un adolescente. A partir de ahí formará equipo con otros rechazados y renegados de la jerarquía que impera en ese mundo digital.
El filme es correcto en general, posee un guión, efectos visuales, toques cómicos y un ritmo que hace llegar al aprobado. Lo malo es que a diferencia de otros productos del estilo (como las citadas Toy Story o ¡Rompe Ralph!) carece de complejidad o brillantez, resulta entretenida pero totalmente prescindible.
Como aspecto positivo, señalar que la sencillez de historia y personajes permite que su visionado sea apto incluso por los más pequeños. Con lo que emoji es la elección perfecta para un visionado en familia este verano, para aquellos que no sepan dónde llevar a su progenie. Tiene previsto su estreno en España el 11 de agosto.
