Marzo 2017

Éste es el último remake sobre King Kong: el ser que mejor ha representado en el cine la fuerza primitiva, la vuelta al lado animal en un mundo ancestral antes de que la humanidad dominará la tierra.

 

La historia es ya conocida: unos exploradores se adentran en una isla misteriosa, desconocida para el mundo moderno y allí un gigantesco gorila es el rey.  La última adaptación fue de 2005 y dirigida por Peter Jackson, el cual mostraba un dominio visual impresionante, con unos escenarios y acción desbordantes. El problema es que la versión de Jackson tenía un metraje excesivamente largo y acababa resultando pesada, sobre todo por una introducción demasiado lenta hasta la presentación del gorila. Kong: La Isla Calavera resulta todo lo contrario, posee un ritmo notablemente superior  si comparamos con el resto de adaptaciones, arranca rápidamente y no pierde el tiempo en presentaciones de personajes o en un ambiente de misterio hasta la llegada a la isla. Tiene un desarrollo frenético que no permite aburrirse o distraerse de la pantalla en ningún momento.  Impresionantes escenas de acción, con una coreografía genial, tanto de los militares intentando sobrevivir a los monstruos como del propio Kong peleando con ambos.