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Mayo 2017

THE SUFFERING

Éste es un videojuego de 2004, en tercera persona (con opción de vista en primera), disponible para PlayStation 2, Microsoft Windows y Xbox (compatible con algunas versiones de 360).  Manejamos a Torque, uno de los presos más duros de Carnate, una prisión situada en una isla, al más puro estilo de Alcatraz. El problema es que el lugar está maldito, y justo cuando Torque es trasladado allí, estalla toda la energía diabólica que lleva años acumulándose. El principal ingrediente es el terror psicológico. Todos los monstruos a los que nos enfrentamos son representaciones retorcidas de aquellos que murieron en la isla, de hecho éste es uno de los puntos más interesantes, ya que el diseño de las criaturas es tan perturbador como original. Vamos encontrando apuntes o bien diarios sobre su origen, que están conectados a sucesos espantosos de cuando eran humanos. Los jefes finales no son especialmente difíciles pero acrecienta el interés ir descubriendo su historia. No se limitarán a aparecer en la fase final sino que irán siguiéndonos durante todo nuestro intento de escapar de la prisión, susurrándonos al oído los espantosos crímenes que cometieron. Entre ellos destaca un psiquiatra cuyo fantasma intentará desentrañar la oscuridad y secretos que oculta la mente de Torque.

El gore es abundante, no sólo contemplamos a las criaturas cebarse con los guardas y prisioneros sino que nosotros mismos podemos infligir un tremendo daño, manejamos a una auténtica máquina de matar, tanto en cuerpo a cuerpo (manejando hacha o cuchillo) como con armas de fuego.

Los gráficos están bastante bien para su año, resaltando el esfuerzo dedicado a la ambientación: el diseño mencionado de los seres malignos, la música, los flashbacks de nuestro personaje, los efectos de sonido, la historia y toda la violencia que destila. Todos estos elementos logran crear un ambiente malsano y sórdido que fue toda una revelación para la época, y que aún sigue cautivando. La jugabilidad es muy básica, avanzar, disparar e interactuar con el entorno para ir resolviendo diferentes puzles.

Una de las inspiraciones para The Suffering fue la película El Resplandor, de Kubrick.  Ciertamente la isla de Carnate acaba atrapando y estremeciendo como el hotel que enloquecía a Jack Nicholson, como un ser vivo del cual podemos sentir su propia respiración y latido. Un entorno que quiere envolvernos y consumirnos para que nos unamos a él, un sitio maldito que se asemeja al purgatorio. También fue uno de los primeros juegos en introducir el efecto “mariposa”: al tomar determinadas decisiones en el juego podremos llegar a diferentes finales. Entre esas decisiones está el decidir si ayudamos a los presos y guardas que vamos encontrando en el camino.

Más que survival, principalmente es un juego de acción, ya que ésta es frenética y constante. Resulta bastante adictivo, tanto por su dinámica como por la curiosidad que despierta ir encontrando más notas sobre los personajes, e ir descubriendo cómo se conecta su estado actual con su pasado como humanos. El resultado final es un juego sobresaliente que destaca en la historia de los juegos modernos.

Comentar que en el 2005 se realizó una continuación The Suffering: ties that bind. Hay una mejora de gráficos y la acción se amplía a la ciudad de Baltimore. Las características principales que definían la primera parte siguen siendo las mismas: posibilidad de diferentes finales, engendros sobrenaturales nacidos de los crímenes del lugar y violencia brutal. Aunque en este caso la historia principal no engancha tanto como en el original. A pesar de ello también es muy recomendable.

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