El Cultural
Primigenio
Mayo 2016
UN HOMBRE DE ALTURA
Una mujer, Diane, interpretada por Virginie Efira (20 años no importan, Les invencibles), pierde su teléfono móvil y recibe la llamada de un desconocido que lo encuentra, algo surge durante la conversación teléfonica y deciden encontrarse. Pero para sorpresa de ella Alexandre, el hombre que tan buena impresión le había causado, no mide más de 1.38 metros. A pesar del shock inicial Alexandre (interpretado por Jean Durjain, actor francés conocido sobre todo por su papel protagonista en The Artist) demuestra ser educado, culto, simpático y todo lo que una mujer puede desear en un hombre a pesar de su estatura.
Esta comedia francesa, dirigida por Laurent Tirard, es un remake de la argentina Corazón de León y funciona fantásticamente, lejos de ser la típica película romántica ñoña, y a pesar de los tópicos propios de su género, consigue transmitir encanto y profundidad. Con un protagonista que demuestra que muchas veces la vida no se basa en las cartas que te han tocado sino en cómo lo afrontas y plantas cara.
Tanto los actores principales como los secundarios forman un reparto de lujo que, junto a unos diálogos ágiles, situaciones cómicas y momentos de seriedad, enganchan y hacen reflexionar al espectador. Como bien dice la secretaria de Diane, replicando a ésta por sus quejas sobre el físico de Alexandre: “¿príncipe azul?, ¿recuerdas a Santa Claus?, pues es lo mismo, no existe”, “en el fondo eres una enana emocional, dentro de ti tienes un mundo muy pequeño con unas emociones diminutas”. Destaca además del trabajo actoral, lo bien llevados que están los gags y la relación que se va desarrollando entre ambos.
Alexandre es un arquitecto que encanta y maravilla a todos, pero resulta creíble, no es perfecto, sino que tiene sus momentos de duda, miedo e inseguridad, por las burlas y prejuicios de la sociedad, pero que recibe el amor de su hijo y de todos aquellos a los que ha ayudado durante años, y que sigue dando lo mejor de sí mismo.