Diciembre 2017

Woody allen es uno de los directores más prolíficos que existen, desde los 70 hasta la actualidad ha realizado casi una película al año, y la mayoría de las veces también escrita por él mismo. Wonder Wheel (La noria de Coney Island) reúne todas las particularidades que han marcado su filmografía: ambientación en décadas pasados (en este caso los años 50), mafiosos, líos de parejas con numerosos enamoramientos e infidelidades, y con un personaje principal que habla como narrador, dirigiéndose directamente al espectador. Su escenografía está muy cuidada, pero con unos diálogos y conducción de actores que recuerda más al teatro que al cine.

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Woody Allen es un hombre inteligente que sabe reflejar el absurdo del ser humano, muestra la tragedia de sus vidas. Transmite como nadie la lucha entre la razón y los impulsos que conducen a la perdición. Es su versión en cine de las clásicas tragedias griegas. Wonder Wheel es recomendable para los fans de este director, ya que mantiene un alto nivel de calidad, pero centrado como siempre en sus temas recurrentes, sin nada nuevo u original. Lo más destacable es la fotografía de Vittorio Storaro (Novecento, Lady Halcon, Apocalypse Now), con una luz y colores que evocan esas postales de ensueño sobre lugares paradisíacos, recuerdos de tiempos mejores.