Abril 2019

La vida de un asesino a sueldo transcurre entre los “encargos” a completar y su rutina. Hasta que las cosas se complican, cuando una organización rival se interpone, al mismo tiempo que inicia una relación sentimental. Asher nos muestra el estereotipo habitual en el cine del típico hitman, alguien sin muchos lazos emocionales, con el perfil de alguien frío y metódico. Y de repente su existencia se ve alterada, obligándole a cambiar sus pautas. Sería la versión independiente de otras cintas como Leon: el profesional, Friamente..sin motivos personales, Chacal o Collateral.

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El principal atractivo de la película es su excelente reparto, protagonizada por Ron Perlman, versátil actor capaz de meterse en la piel de cualquier personaje, dándole una credibilidad que pocos pueden. Junto a él, encontramos en el reparto a Famke Janssen y Richard Dreyfuss. Se trata de un filme que no destaca por un guion brillante o acción espectacular, sino por lo bien llevada que está, tanto por el excelente trabajo de su reparto como por su dirección. La sensación que transmite para el espectador es la misma que llevar un viejo traje hecho a medida, tan conocido como cómodo, en el cual nos sentimos a gusto.