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Noviembre 2016

BLACKGAS

Blackgas (del 2007) resulta una delicia para los amantes del terror, contiene la estructura narrativa de las películas ochenteras, pero de aquellas que contenían la esencia del auténtico horror, tan hipnotizantes como perturbadoras. Un cómic que estremece, pero que resulta imposible dejar de pasar sus páginas. La historia es la siguiente: en una isla se desata un desastre que provoca que sus habitantes empiecen a transformarse en una especie de zombies, pero no los clásicos, sino más bien dominados por la parte más primitiva (reptiliana) del cerebro: copular, cazar, comer…siguiendo sus más básicos instintos abandonan siglos de civilización para “evolucionar” a una forma de vida tan básica como terrible, auténticos tiburones humanos.

En España se editó en forma de un solo tomo auto conclusivo, y es el regalo perfecto para cualquier fan de los zombies o de pasar “malos ratos”.  Tiene un desarrollo ágil y potente, fácil de leer y que atrapa rápidamente. El guionista es el inglés Warren Ellis, quizás no tan popular como su compatriota Alan Moore, pero igual de recomendable (autor de obras como Transmetropolitan, SuperGod o Planetary). Y guarda muchas similitudes con Moore: sus tebeos no sólo entretienen, son auténticas obras de arte que invitan a la reflexión en el lector o, por lo menos, crear un impacto volviéndole del revés, como es el caso de Blackgas.

El dibujo corre a cargo de varios artistas según los diferentes episodios (recopilados en el tomo mencionado), todos en apariencia simple pero que transmiten una gran sensación de movimiento. También existe un dominio de las sombras, composición y planos que resultan en una perfecta simbiosis con el guión. Es tan claro seguir las escenas que sólo las propias viñetas podrían servir de storyboard para realizar su adaptación al cine.

Esta variante de zombies, explorando el lado más perverso y primario del ser humano, es muy parecida a la versión por Garth Ennis en la serie Crossed, de gran éxito en Estados Unidos, que ha generado multitud de sagas por diferentes guionistas. Lo único que Blackgas es anterior, con lo que da que pensar si Ennis copió la idea, y no sería de extrañar ya que queda muy por debajo frente a Warren Ellis, en lo que a talento se refiere.

Otra prueba de las limitaciones de Garth Ennis es que la mejor obra de Crossed no es suya, sino que fue escrita por Alan Moore, en la que éste último explora el mundo creado por Ennis en un futuro distópico: Crossed + 100, donde revela el destino de la raza humana 100 años después del desastre. Una gozada que muestra cómo los guiones de Moore, más allá de una estructura narrativa al uso, conecta todos los elementos de la historia como si se tratase de un círculo perfecto, y es al llegar al final cuando vemos la conexión que hay en todos los elementos, como si juntásemos un puzzle.

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