Mayo 2016
ALAN WAKE
Ésta es sin duda otra obra maestra. Alan Wake (en primicia para Xbox 360) es como ver una serie de calidad, leer un buen libro y jugar a un excelente videojuego, todo al mismo tiempo. El argumento es el siguiente: un escritor llega a un pueblo y allí tendrá que enfrentarse a las tinieblas, si tenemos que encontrar paralelismos le veo bastante parecido a En la boca del miedo de John Carpenter, con cierto aire a Twin Peaks. Un thriller que evoluciona hasta el terror. Los diálogos son dignos del mejor novelista, "la explicación es la antítesis de la lírica del miedo, el miedo se basa en lo desconocido", así empieza el protagonista en su monólogo interno para introducirnos en su llegada al pueblo. Los gráficos son alucinantes, sobre todo de día, parece que estemos viendo un documental de naturaleza por Richard Attenborough. Los arboles, las casas, la luz, los atardeceres, las caras, la ropa, todo es impresionante.
El juego es de los creadores de Max Payne (sobre un policía de Nueva York enfrascado en una venganza) y eso se nota en los movimientos del protagonista, la jugabilidad, la cámara lenta en las escenas de acción, el cuidado en los diálogos, los flashbacks.
Por poner en antecedentes: Max Payne batió récords de puntuación en todas las revistas sobre consolas, tremendamente adictivo. Fue innovador al ser el primero en introducir el "tiempo bala" en un videojuego, también destacó por utilizar viñetas tipo cómic entre fase y fase, como si se tratase de las páginas de un tebeo, para mostrar la historia.
La empresa responsable es finlandesa, Remedy Entertaiment, y el origen nórdico se nota, ya que hay bastante referencias. Por ejemplo, en Alan Wake visitas la granja de dos rockeros, llena de escudos vikingos, runas e incluso un Drakkar (barco vikingo) a tamaño natural. Otro tema a destacar es la banda sonora, clásicos como "In Dreams" de Roy Orbison, y las letras de los temas son a su vez guiños al desarrollo de la historia. Respecto a la duración diré que no resulta excesivo ni escaso, pero se hace corto al no poder parar de jugar, debido a lo adictivo que resulta. Por mi parte le doy Matrícula de Honor.